El día 24 de febrero fue un día señalado. La última gatita fue operada.

Sin embargo, este logro tuvo su precio en estrés. Desde septiembre de 2022 cuando los gatitos alcanzaron los seis meses de edad estoy intentando atrapar esta gatita. Los otros tres hermanos no fueron fáciles pero ninguno fue tan escurridizo. Todos los intentos habían fracasado estrepitosamente. El sedativo no tenía efecto alguno. La semana pasada por primera vez hizo efecto pero se escondió en el lugar donde nació que nunca hemos podido identificar

Como pasaba el tiempo y había llegado la temporada del celo de los gatos, esta tarea había adquirido un nuevo nivel de urgencia: sospechaba que era hembra. Estaba claro que sería imposible atraparla si tenía mucho espacio donde moverse, así que hace dos días decidimos que de alguna manera teníamos que aislarla.

Desde hace algún tiempo la pequeña familia tenía acceso a una pequeña zona de la casa contigua al garaje, así que ingeniamos una “trampa” enganchando una cuerda a la parte de arriba de la puerta de paso que luego llevamos con la ayuda de cáncamos cerrados a lo largo de la pared. Al final de la cuerda colocamos un peso para que, cuando se presentase la oportunidad y veíamos que estaba sola, se podría levantar el peso y la puerta se cerraría sin necesidad de tener que acercarnos.

A lo largo de la mañana vi que estaba sola – o al menos eso creía – así que en un momento determinado levanté el peso PERO se rompió la cuerda y me di cuenta de que también estaba la madre. Hasta cierto punto estuvo bien porque la puerta se cerró igual y mientras la gatita huyó para esconderse en el baño la madre permaneció tranquila. Pude abrir un poco la puerta de paso y dejarla pasar al garaje. ¡Hasta ahí bien!

Durante el resto del día se quedó escondida en el baño sin moverse y la dejamos tranquila. Era la primer vez en su vida que se encontraba sola. Es una familia muy unida y siempre se acurrucan juntos. Decidí poner un poco de aceite esencial de neroli que es uno de los aceites primordiales para los casos de separación y también aceite de lavanda para tranquilizar. Los coloqué lo suficientemente cerca para que el aroma sería perceptible pero lo suficientemente lejos para que pudiera acercarse o alejarse.

Por la tarde-noche salió de su escondite y se tumbó sobre la alfombre en el pasillo. Luego su mamá empezó a llamarla desde el otro lado de la puerta y ella empezó a llorar. Pasé la tarde sentada en la escalera hacienda respiración de pranayama con exhalación audible. Eso parecía calmarla.

Le metí un plato con tres gambas y en una de ellas metí una pastilla sedante. Comió dos gambas y la cola de la de la pastilla pero la pastilla permaneció intacta. Antes de acostarme le puse otro poco de comida con una pastilla y por la mañana vi que había comido pero estaba alerta y todo menos sedada, así que le puse otro poco de comida con una pastilla y después de algún tiempo empezó a atontarse. Otro paso adelante …

Después de un tiempo se volvió a meter en el baño y la dejamos tranquila.  Después de un par de horas nos parecía que talvez fuera posible recogerla pero cuando entré en el baño no la veía por ninguna parte. Miré en la ducha, debajo de los muebles. ¡Nada! Luego mire en la papelera y ahí estaba enroscada. Parecía estar dormida.

Mi marido había tomado la precaución de poner unos guantes de trabajo de cuero y yo tenía un albornoz a mano para cubrirla. La jaula de contención estaba lista. Cuando se agachó para recogerla, la gata reaccionó como un resorte. Dio un salto alcanzando metro y medio más o menos. Luego, totalmente frenética, empezó a subirse por las paredes alcanzando el cabezal de la ducha que está a unos 2 metros del suelo. Con la ayuda del albornoz se pudo aislar y la metimos en la jaula de contención que afortunadamente tiene una abertura arriba además de la puerta lateral. Esta fue la primera (y espero que la última) vez que habíamos usado la jaula de contención pero bien mereció la inversión porque de otra manera es muy probable que no la hubiéramos podido meter en una transportín normal. Luego la llevé al coche y tape la jaula con una toalla para que estuviese a oscuras y así podría estar más tranquila. ¡Misión cumplida!

Sin duda alguna ésta fue una manifestación en toda regla de cómo responde el sistema nervioso simpático, incluso cuando en teoría la sedación hubiese adormecido los sentidos. Si el día anterior se había congelado” cuando se aisló y se escondió en el baño, esto fue una manifestación dramática de luchar o huir.

El viaje a la clínica fue tranquilo y durmió todo el camino. La cirugía fue un éxito y tenía razón: efectivamente era hembra y a punto de entrar en celo.

Cuando la traje de vuelta, la dejé en el baño a oscuras hasta que vi que empezaba a despabilar. Luego ella volvió a su Puerto Seguro, el lugar donde nació, y ahí permaneció durante el resto del día. Hoy estaba esperando para desayunar y ha comido bien. Lo más notable es que hoy no escapa corriendo cuando ve a una persona, lo que puede ser un buen augurio para el future.

¡Misión cumplida! ¡Espero de todo corazón que nunca tenga que pasar por esta experiencia otra vez!