En el trabajo de Tellington TTouch, al igual que en otras muchas disciplinas, decimos que si queremos que cambie algo, primero tenemos que hacer algún cambio en el entorno o en cómo hacemos las cosas. Si seguimos haciendo lo mismo de siempre, ¿cómo va a cambiar nada?

En días recientes he visto cómo un cambio en las circunstancias, aunque involuntario, puede conducir a cambios que no siempre serán deseados.

En los últimos días de vida de mi collie barbudo, Sasha, Ofi, la mini pinscher mamá se puso muy ansiosa. Lo rondaba constantemente y buscaba apoyo en nosotros.

Baby, la más miedosa de nuestros cuatro gatos y sin duda la más sensible, se quedó a su lado desde el momento en que se puso malo. Cuando lo sacábamos, ahí estaba ella, rozándose contra su pelo. De esta manera se integró mejor en la casa y se hizo más visible.

La mañana en que se murió Sasha, dejamos entrar en el cuarto a las dos minis pero, aunque se acercaron a su cama, parecía que creían que estaba dormido porque lo habían visto tumbado tan quieto ahí durante tantos días. Con el paso de las horas, sin embargo, empezaron a agitarse y lo buscaban por todas partes. Por fin, Ofi encontró donde lo habíamos enterrado y empezó a escarbar.

Desde aquel día Ofi ha cambiado. Antes era bastante extrovertida y se lanzaba sin miedo, pero ahora es insegura, ansiosa y sobre todo triste. Incluso parece que ha envejecido. Tanto la mamá como la hija siempre se apoderaban de las camas de Sasha, pero desde el día en que se fue no se han acercado a ellas y mucho menos tumbarse en ellas. Es como si Ofi hubiese perdido la estructura y el faro de su existencia. Cuando llegaron a nosotros Sasha fue muy amable con ellas y les permitió hacer todo lo que quisieran: tomar sus camas, su comida, lo que fuera … Ahora parece que hay uns laguna en la telaraña de su vida.

Mimi no demuestra la misma ansiedad o depresión. La diferencia más grande en ella es que antes ladraba para que Sasha acudiese para hacerse cargo de la situación. Ahora sigue dando la voz de alarma pero se encuentra sola ante el “peligro”, lo que le produce desasosiego: avanza pero en seguida da marcha atrás – Lycopodium típica en términos de la homeopatía.

A medida que su madre ha perdido confianza y valor — al menos temporalmente — parece que Mimi sale de la cáscara. Ella no tiene el valor intrínseco pero está flexionando los músculos de la valentía y habrá que ver cómo se desarrollan las cosas a partir de ahora. Se nota en unos pequeños detalles: antes no se atrevía a aceptar comida en presencia de su madre que, hay que decirlo, tiene obsesión por la comida (talvez porque la usaron como hembra de cría y posiblemente no la hayan alimentado bien), y ahora está más dispuesta a intentarlo.

Con este cambio en toda la dinámica doméstica con la pérdida de un eje fundamental, los otros tienen que buscar un equilibrio nuevo. Sin duda alguna la más afectada es Ofi, y ciertamente el cambio para ella es absolutamente negativa.

Durante una sesión de zoofarmacognosis fue significativa su selección de aceites: aceites tranquilizantes y envolventes, aceites para la separación, pérdida  y  falta de confianza. Sus preferencias en el futuro nos podrán ayudar a comprender cómo va evolucionando.