Presento a mis nuevos huéspedes, Severino y Arena. Son caballos asturcones (https://elpais.com/…/1981/01/11/ultima/348015602_850215.html) y pertenecen a un amigo. Como normalmente viven en el monte, están más acostumbrados a los lobos y los osos que a la gente, pero parece que se encuentran bien en su hogar temporal. Están muy interesados en todo lo que les rodea, sobre todo los tres caballos de la veterinaria que viven al otro lado del camino,.
El primer día entré pero me quedé a cierta distancia, quieta y hablando muy suavemente. Severino se acercó y me tocó la mano extendida. Cuando Arena, la yegüita que es muy timida, vio que su compañero estaba bien ahí, ella también se acercó y permitió que le tocase un par de veces antes de alejarse de nuevo. Me di por satisfecha en este primer encuentro y me alejé. Son muy hermosos y creo que les hará bien tener un poco más de contacto humano.
Al día siguiente cuando llegamos levantaron la cabeza y mostraron interés, cosa que no habían hecho el día anterior. Los dejé solos pero nos observaban mientras hacíamos cosas y luego antes de marchar entré de nuevo. Esta vez pude acercarme totalmente y Severino aceptó una manzana de la mano. Luego Arena también aceptó un trozo, pero se le cayó y ella dio un salto atrás. Recogí la manzana y se la ofrecí de nuevo. La aceptó y la comió. Creo que poquito a poco se irán acostumbrando.