Las lluvias torrenciales que cayeron durante la noche, y que siguen cayendo, nos han forzado a cambiar de planes. El lugar donde se iba a celebrar el módulo de zoofarma sobre los aceites esenciales está completamente inundado y sin electricidad. El agua está entrando por una puerta y saliendo por otra en el otro lado. ¡Qué pena! Me hacía ilusión ver los casos de estudio que iban a presentar los participantes. Ahora habrá que buscar otra fecha alternativa que convenga a todas. Como dice el refrán: El hombre propone y Dios dispone. Nunca mejor dicho: contra las fuerzas naturales no podemos luchar y más nos vale aprender esa lección.