Hace unos días, tuve que ir a la comisaría para arreglar unos papeles. Estaba diluviando y las carreteras estaban inundadas, pero no me quedaba más remedio que ir. Al pasar por una zona inundada Salma se levantó del lugar donde viaja desde que está con nosotros y se acercó para tumbarse entre los dos asientos delanteros. Me di cuenta de que el detonante había sido el fuerte sonido zumbante que hacían los pneumáticos al pasar por el agua. Luego a la salida de los túneles la lluvia golpeaba el techo del vehículo y. este ruido tan fuerte también la preocupó.
Sabía que era sensible a los ruidos pero este nuevo desarrollo fue bastante inesperado. Unos días después volvimos a sacarla en la furgoneta y, aunque llovía mucho menos, estaba claro que se había sensibilizado durante el viaje bajo el diluvio. ¿Qué hacer?
- Primero, le puse un medio vendaje en cuanto salió del vehículo y se tranquilizó rápidamente.
- Luego por la tarde pasamos un rato sentadas en el vehículo estacionario. Durante este tiempo se quedó tumbada en su lugar de siempre.
- Hoy volvimos a salir. Aunque no llovía en el viaje de ida, se acercó para tumbarse más cerca de nosotros, pero estaba tranquila, En el viaje de vuelta empezó a llover de nuevo, pero permaneció tranquila.
- A la vuelta, después de peinarla, hice una pequeña sesión de zoofarma. Los aceites que eligió fueron:
- Tilo
- Hoja de violeta
- Vainilla
- Ylang Ylang
- Luego le ofrecí macerado de hipérico que lamió con ganas de los dedos. Como no tenía pensado ofrecer el hipérico cuando se inició la sesión, no tenía a mano ningún plato de manera que no pude medir la cantidad pero fue poca , posiblemente unos 2ml., pero está claro que habrá que ofrecer de nuevo el macerado de hipérico.
Los dos primeros son significativos porque el aceite esencial de tilo es un aceite que eligen a menudo los animales sensibles a los ruidos y la hoja de violeta la tienden a elegir los animales cuando lidian con los cambios. Los aceites de vainilla, ylang ylang y rosa son aceites tranquilizadores.